Tetris Doméstico: El Peso Invisible de lo Cotidiano
La carga mental de las mujeres es un entramado invisible que moldea y condiciona el día a día. Es un peso que no se ve, pero que se siente en cada decisión, en cada tarea por hacer, en cada pieza que debe encajar en el laberinto interminable del hogar y la familia. En palabras de la socióloga francesa Monique Haicault, la carga mental no solo incluye las tareas domésticas, sino también el trabajo de planificarlas, organizarlas y supervisarlas: “es pensar en todo y para todos”.
En este proyecto pictórico, Tetris Doméstico, la abstracción se convierte en una metáfora visual de esta experiencia. La pintura, oscura y fragmentada, evoca la sensación de un juego que nunca termina, donde las piezas caen sin cesar, sin encontrar nunca el encaje perfecto. Manchas difusas crean campos caóticos que parecen reclamar orden, pero se resisten a él. El fondo apenas iluminado simboliza la persistente esperanza de alivio, mientras que las formas intrincadas y laberínticas representan las decisiones y micro gestiones diarias que recaen, desproporcionadamente, sobre las mujeres.
La oscuridad y el caos de Tetris Doméstico no buscan solo representar el peso de esta carga, sino también dar voz al malestar, al agotamiento y a la sensación de perdida. La escritora Adrienne Rich ya advertía en su ensayo Of Woman Born (1976): “La maternidad y las tareas domésticas son prisiones doradas donde las mujeres han sido encerradas con cadenas de amor y expectativas”.
La carga mental” un peso invisible que recae desproporcionadamente sobre las mujeres. Según un estudio realizado por la Web “Próxima a ti” de P&G, el 71% de las mujeres reconoce sufrir carga mental, en contraste con solo el 12% de los hombres. Este peso se intensifica en las madres, donde el 91% asegura que, si no están al tanto de las pequeñas cosas del día a día para que la casa funcione, nadie lo estará.
Este proyecto pictórico invita al espectador a reflexionar sobre la desigual distribución de roles y sobre el impacto emocional que la carga mental tiene en la vida de las mujeres. Las manchas abstractas que componen los cuadros son, en sí mismas, una expresión de la necesidad de redibujar los límites de lo doméstico, de encontrar un equilibrio donde las piezas finalmente dejen de caer en el vacío.
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